Lunes al mediodía. Luego de una ducha, me visto. Decido ponerme mi nuevo buzo/saco a rayas rojas y petróleo, además de mis jeans/chupines destruidos, zapatillas, etc. Me admiré en los espejos de mi tía, ya que ahí me estaba quedando. Los tres espejos son de cuerpo entero: uno en el baño, uno en su habitación, y el último, en la entrada del edificio. Todos dijeron lo mismo: con ese buzo puesto, se te notan las "carnitas".
Pero lo ignoré. Me dijé a mi mismo "Y qué?". Yo sé que estoy gordo. No tanto como el año pasado, bajé de peso, y volví a subir un poco, pero es hora de enfrentar la verdad: no voy a ser flaco a menos que haga un esfuerzo. Y no lo estoy haciendo, me castigo con comida chatarra y capuccinos con muffins casi diariamente. Me gustan los postres. No limito mi vida a qué tan bien me veo en los ojos de los demás. Sé que no importa si estoy un poco gordo, todavía puedo sentirme bien conmigo mismo, con el resto del planeta, salir, reír, sentir, y también seducir. No todo es físico. Estoy bien así, me acepto, y me pongo la ropa que quiero, asi haga ver mis love handles o no.
Pero obviamente, todo esto es una farsa, porque el momento en el que, ese mismo día, mi profesor de canto, inocentemente, me dijo "gordito" y que "tengo bastante espacio donde guardar aire", resurgió mi violencia y odio interior y casi le rompo la cara a patadas, olvidando así mi filosofía del día. Pero fue humilde y honesto, y admitió que él también lo estaba.
Entre gorditos nos entendemos. Y eso está bien.
Friday, July 11, 2008
Gorditos
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