Sunday, October 28, 2007

Entrevista

Como no podía ser de otra manera, luego de cierto período de pajerismo de mi parte, salí a buscar laburo. Sí, porque me aburro, nada más.
Mando mi curriculum a una empresa nueva, y me llaman al otro día para tener una entrevista este viernes que pasó.
Ni va que la entrevista constaba de 3 partes, con 3 personas diferentes cada una. Las primeras dos pasaron sin ningún problema (excepto por comentarios posiblemente desubicados como "no estoy acostumbrado al café gratis"), pero el problema surgió llegando a la tercera.
Una vez finalizada la segunda parte, se me pidió que espere en la sala de café (sí, le dijeron así, porque lo único que hace la gente ahi es tomar café) y que enseguida me venía a buscar la tercera persona a entrevistarme.
Empecé por mirar los alrededores de la "sala de café", y leer los carteles típicos de promociones que le ofrece la empresa a sus empleados, los cumpleaños del mes, anuncios varios, etc. Interesante. Luego, miré qué ofrecían las diversas máquinas del lugar (si bien sólo se consume café, no es lo único que ofrecen), y a precios bastante baratos en comparación a lugares anteriores. Este lugar promete, me dije a mi mismo.
Como ya no había nada que mirar, me quedé parado, esperando. Y esperando. Y esperando (es eso una camarita? Me están filmando, cual conejillo de indias, a ver qué hago mientras espero? Hay alguien observándome?).
Aparece una persona, que luego resultó ser quien yo esperaba, pero se dirije al baño directamente, sin decir más que "ya te atiendo eh, agarrá un café si querés". Y una vez que se retira, me doy cuenta de las ganas que tengo yo de ir al baño. Como estaba ahi a dos pasos, mi primer pensamiento fue "supongo que no le haría daño a nadie si aprovecho". Entré al baño.
Otra cosa que prometía: el baño era bastante espacioso, y para una sola persona. Esto quiere decir que la privacidad se tenía en cuenta al parecer. Tenía una sola peculiaridad: por alguna extraña razón, había un saco colgado al costado del lavabo. Como si alguien lo hubiera colgado ahi después de pasar por la tintorería.
Mientras me dispongo a hacer lo mío, pienso lo irónico que sería que cuando salga, la mujer esta que estaba esperando, ya me hubiera venido a buscar y no me hubiera encontrado. Seguramente este pensamiento se vuelve realidad, me dije.
Apresurándome, me dispongo a higienizarme como es debido. El lavabo tenía una canilla de esas que se apretan para que salga el agua, no de las que se giran. Pongo una mano debajo de la canilla, y con la otra apreto...

SPLASH!

El chorro dura unos 3 segundos, pero es suficiente para mojar absolutamente TODO lo que hay alrededor: el inodoro, la pared, el espejo, el lavabo, la pared, mi camisa, mi cara, mis manos, mi pantalón... y el saco.
No es suficiente eso, ya que por mas mojadas que estaban, mis manos no estaban realmente limpias. Tenía que hacer eso una vez más... y lo hice, salpicando nuevamente los alrededores, por si quedaba algo seco.
Esto no podía quedar así. Agarré kilos de toallitas de papel, y empecé a secar todo lo que pude. Todo. Quedó spotless, como si nunca nada hubiera pasado. Respiro profundamente, aliviado, y salgo del baño.

- Ah, acá está! - indica el guardia de seguridad - Pensamos que se había ido, no lo encontrábamos! La Sra. lo estaba buscando!

(vidente yo? nah. Igual, después de tanto papelón, me contrataron :-P Tengo nuevo laburo, y en la vida real!!!)

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