Porque por más que hayas tomado esa decisión, no quiere decir que rompiste esa unión de por vida. Pensás que sí, porque es lo primero que se te viene a la cabeza: si te deshacés de aquello que te causa el problema, entonces el problema desaparece. Pero no te das cuenta que el problema ya se desarrolló solo, y que vos ya no tenés control sobre él. Te mandaste una cagada, y la querés arreglar de la mejor manera que te sale, y agarrás una goma y borrás lo que dibujaste porque no te gustó.
Y no, no es así, porque vos borraste lo que habías dibujado, pero el recuerdo de lo que había en la hoja de papel sigue en tu cabeza, y los vas a vivir una y otra vez sin importar la intención de dibujar algo diferente. El recuerdo de que mataste a la vida que representaba tu dibujo te va a carcomer hasta la muerte, porque vos sabés lo que hiciste, y todo al alcance de la mano por un par de pesitos. Y no lo sabés sólo vos, sino que ella también. Ella, también envuelta en el diseño de este dibujo que terminó sin siquiera haber sido.
Y eso, ese recuerdo, compartido entre los dos e ínfimo como parece, pero significante como lo es, es lo que mantendrá por siempre esa unión de por vida.
Wednesday, November 14, 2007
Te equivocás...
Posted by sebastian at 11:55 PM
Labels: INSPIRACIONES, OPINIONES, PENSAMIENTOS
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